El desarrollo actual de la profesión de coaching y los desafíos a los que estamos expuestos tanto como coaches a nivel personal como profesional y organizacional, nos exigen tener un espacio de reflexión y aprendizaje individual y grupal con un supervisor, donde el coach pueda revisar lo que pasa en la sesión de coaching, lo que pasa adentro suyo y en la relación con su cliente. Todo esto desde una mirada sistémica para entender también el contexto en el que el cliente se encuentra inmerso.
Basado en el enfoque psico-dinámico del Instituto Tavistock de Inglaterra.